Reanudo
mi actividad bloguera con Ellen Koi, aprovechando su recién inaugurada
exposición Undertones el pasado
jueves 16 de octubre en el Centro de Arte Alcobendas de Madrid.
Se pueden ver mis imágenes como
enigmas sin resolver pero eso sería una forma de pensar demasiado “lógica”,
como si tuviera que haber una respuesta para todo. No existe una única
respuesta a una narración. Lo que a mí de verdad me importa es que las
historias que cuento sobre el cuerpo, su fuerza y vulnerabilidad, encuentren
eco en las experiencias personales del espectador. Mis narraciones tienen
finales abiertos y yo las presento de manera que cada uno pueda imaginar sus
propias historias y encuentre sus propias respuestas (Ellen Koi, cita literal
de la exposición)
Con
esta cita se presenta su exposición y con ella provoca una especie de alivio
para que cualquier visitante pueda disfrutar de sus imágenes sin más pretensión de la que observar sus obras para que cada uno imagine y construya su propia
historia. Sus palabras me llevan a pensar lo necesario que resulta esa libertad de mirar para apropiarse de una manera íntima de la imagen y entenderla
según la experimente cada uno.
En
mi opinión, uno de los aspectos más significativos de Ellen Koi es precisamente
las posibilidades narrativas que ofrecen sus obras. Siempre está presente un
interrogante, una incógnita, algo oculto pero intrigante que provoca la
necesidad de interpretar y de buscar una historia que desvele lo que vemos. Es esa
sutileza de preguntarnos cosas a través de las imágenes uno de los aspectos que
me interesa de su trabajo.
En
la entrevista mantenida con Catherine Somzé, Kooi habla sobre cuáles son las historias que cuentan sus imágenes. En su respuesta habla de las
sensaciones que esos paisajes provocaron alguna vez en ella y la creación de
sus fotografías es una manera de representar y poner en escena algo
experimentado en esos espacios. El espacio las relaciones que el individuo
establece se consolida como una de las preocupaciones de la artista. De hecho
los títulos de sus obras son en realidad los nombres de los lugares en los que
fueron tomadas las fotografías. Según Kooi “con mis fotos intento recrear las
impresiones que algunos paisajes me dieron. Son metáforas para estas
sensaciones” (Koi, 2008).
La
artista utiliza algunos símbolos para establecer esa vinculación entre el
individuo y el espacio como es el puente y la esclusa, por ejemplo. “Siempre me
intereso cómo la gente espera mientras los barcos y el tiempo pasan. Otro
personaje importante es el hombre que los vigila y que los acciona. Él también
se queda esperando y mirando a la gente pasar” (Koi, 2008). De este modo, la artista encuentra en estas
formas elementos que componen su lenguaje narrativo con los que una y otra vez
nos hace preguntas a través de sus imágenes.
Zwammerdam-kas (2005) |
Nieuwkoop-sluis (2004) |
Alphen aan de Rijn-waterkant (2002-2003) |
Dreischor-greppel (2009) |
Harleem-putje (1999) |