domingo, 17 de julio de 2011

Martin Parr y la Albania de los 90

No sé qué puede sorprender más, si una exposición de fotografía de Martin Parr en Tirana o el asombro de los albaneses al ver como ha cambiado y evolucionado su tierra durante los últimos veinte años.

La Galeria Kombertare e Arteve ( Albanian National Gallery of Arts) presenta la primera exposición de Martin Parr en Albania y la primera que se muestra esas imágenes al público. Sin duda, es el mejor sitio para comenzar ya que sus habitantes son los protagonistas de las fotografías y de la transformación del país.

Martin Parr describe en su blog como fue uno de los primeros afortunados en visitar el país. Él formaba parte de un grupo que tenía previsto visitar lugares de interés arqueológico en otoño de 1989, teniendo en cuenta que por estas fechas la entrada a periodistas y fotógrafos estaba censurada y que muchos de ellos lo eran. A pesar de los inconvenientes durante su estancia, logró introducirse en los lugares frecuentados por la gente de la calle y fotografiar escenas que de otra forma hubieran quedado relegadas en la memoria de los que las vivieron.


Algunas de las fotografías podéis verlas en su blog, como estas donde Parr realmente logra introducirse es estos lugares como uno más y captar estas fotografías donde nadie parecer pensar que está siendo fotografiado.

Parece mentira que aquellas fotografías escondidas se muestren ahora de forma pública en el mismo lugar donde se prohibieron. Considero que es un buen síntoma de cómo respira y cómo ha logrado este país avanzar en las últimas décadas aunque seguramente todavía queden huellas visibles e invisibles de lo vivido.

Martin Parr nos comenta como en la inaguración de la exposición asistieron altas personalidades e incluso el primer misnistro Sali Berisha. Parr le preguntó qué es lo que sentía al mirar esas fotografías de su país durante los años noventa a lo que Berisha respondió “es como mirar a un brazo amputado”.

Una de las fotografías más populares es esta en la que se puede apreciar un chico jugando al ping pong y otros dos al ajedrez, todos metidos en el juego, en el entretenimiento que les separa momentáneamente de dónde están.




The National Gallery of Arts welcomes in its temporary exhibitions wing, from the 15th of June to 7th of August 2011, the photo exhibition of the well known British photographer Martin Parr. This is the first personal exhibition of Parr in Albania; it is also the first time that images from the series Albania 1990 show to the general public.

As the important art critic Gerry Badger has written “Martin Parr is an exemplary photographic figure at the beginning of the twenty-first century. Not quite an out-and-out modernist, not quite a postmodernist, he is a leading light, indeed a founder, of the New European Colour Photography School, yet is also a member of Magnum, photojournalism’s premier agency.” This, according to Badger, makes Parr “familiar with the contemporary treadmill of the successful photojournalist,” but at the same does not prohibit him from working in a “conceptual” way, showing in art galleries as well as purely photographic galleries.

Parr is a photographic man of great learning, “a genuinely versatile photographer, one who lives, sleeps, and breathes photography in all its manifestations, from base function to lofty art. Martin’s whole modus operandi... depends upon slipping deftly between photographic worlds, thereby instinctively addressing such issues as the role of the photographer, the status of the photographic image in our culture, and indeed the very nature of contemporary culture itself. Parr’s whole career, and more pertinently his imagery, asks questions about high and low culture, art and commercialism, the duplicity of the photographic image, and (not a whit incidentally) about the lives we live today.”

This important exhibition opening in the Albanian National Gallery is composed of three series: Albania 1990, Common Sense 1995/1998 and Small World 1989/2007. The photo-installation, Common Sense, is one of the largest Parr has ever completed in Europe, in this case using 270, slightly larger than A3 size images.

Albania 1990 
In 1990 Martin Parr travelled to Albania on the first tourist trip into the country after the fall of the Berlin wall. He says that: “this was an architectural tour and out of the 14 places, 12 turned out to be journalists.” He was able to roam freely early in the morning or when there was limited amount of time off. Although still quite recent these images depict a different world from the Albania we know now.

Common Sense 1995/1998 
In 1999 Parr produced this grid of close up images, in the brightest of colours that depict the details of the modern western world that has become so familiar. From close ups of fast food, through to woman's jewellery, it is an index of the flotsam and jetsam of the contemporary world.

Small World 1989/2007
 With his ongoing study of global tourism Martin Parr shows how the image of a famous resort is often a contradiction of the reality. With tourism as the biggest industry in the world, Parr shows us what a surreal world it has become, often drowning in people as sites become victims of their own success.

Este texto está extraído de la página de La Galeria Kombertare e Arteve de Tirana.

miércoles, 13 de julio de 2011

¿Cómo es posible mejorar la calidad de nuestras fotografías digitales?

El ruido en una fotografía se ha convertido en un elemento que forma parte de algunas de nuestras fotografías empobreciendo la calidad de las imágenes.

El ruido podría compararse con el grano de la película en fotografía analógica, sobre todo en blanco y negro. Podríamos definirlo como esas diminutas partículas de plata metálica negra que aparecen en el positivo o copia ampliada del negativo. La cantidad de ruido también hace disminuir la nitidez de la imagen de forma que no a todas las fotografías puede favorecerle y por tanto tendríamos que tenerlo en cuenta a la hora de saber que apariencia es más adecuada para nuestra fotografía. Existen películas de negativo como la infrarroja que revelada manualmente nos ofrece imágenes con una calidad de grano muy atractiva. Por otra parte la sensibilidad (ISO) de la película de negativo también influye en la cantidad de ruido que aparece en la imagen.

Ahora bien si nos trasladamos el ruido a la fotografía digital podemos reconocerlo fácilmente como unas partículas diminutas y de colores brillantes que aparecen cuando tomamos fotografías con determinadas condiciones de luz, sobre todo las realizadas con luz artificial y en exposiciones prolongadas. Como por ejemplo, la fotografía siguiente que se aprecian puntitos por toda la imagen que impiden ver una imagen totalmente nítida. En ocasiones, el ruido también en fotografía digital puede ser un efecto deseado que incluso cuenta con un filtro especial denominado ruido por si queremos añadirle o disminuirlo en nuestras fotografías.

La aplicación siguiente trataría de reducir el ruido de una fotografía hasta el punto de mejorar sorprendentemente la calidad de la imagen y en especial para aquellas tomadas en formato RAW.

El Adobe PhotoShop CS5 cuenta con un programa específico para las imágenes en este formato y que se llama Camera Raw 6.0. que cuenta con diversas utilidades antes de pasar a modificar el formato de las fotografías.

¿Cuáles son los pasos?

  1. 1. Abrir una fotografía (formato RAW) a través de la aplicación Camera RAW 6.0. y ampliarla al 100% sobre todo en aquellas zonas que contenga el ruido para poder apreciarlo correctamente.
  2. 2. Dentro de la pestaña detail o detalles dentro de las opciones que te permite la aplicación. Posteriormente te aparecerán diferentes opciones como Sharpening o Noise Reduction.
  3. 3. Dentro de las parámetros de la reducción del ruido nos interesan el de la luminancia. Hay tres : luminancia, luminancia detalle y luminancia contraste. Para conseguir una mayor reducción de ruido podemos ajustar los tres para obtener más definición.
  4. Es interesante también jugar con los diferentes parámetros de la opción que mejora la nitidez de la imagen antes de guardar nuestras fotografías en cualquier otro formato.

Os dejo este vídeo para que podáis ver los diferentes pasos aquí explicados y realizados con una fotografía cualquiera.


miércoles, 6 de julio de 2011

Las fotografías de Rimaldas Viksraitis



Este es otro de los fotógrafos que forma parte de la apuesta de Open Photo de Cuenca y del que os traigo algunas de sus imágenes para que le conozcáis un poco más de cerca.

Sus fotografías muestran la cotidianeidad de pueblos rurales como el de Valakbudis, donde nació y vivió. Después de la caída de la Unión Soviética, las poblaciones rurales han ido perdiendo el valor que antes tenían y poco a poco van desapareciendo. Si en el anterior post hablábamos de cómo Lumpan trataba de documentar y retratar las últimas trashumancias, Viksraitis captura momentos que se escapan y que al fotografiarlos narra historias que no necesitan título porque fácilmente puede uno seguir la historia.

Es el caso de esta fotografía que sin saberlo me llama la atención ese gato que juega mientras otros se divierten después de una ingesta y no sólo de comida también de alcohol. Supongo que todos disfrutan , hasta el gato que utiliza una de las botellas para entretenerse.


El alcohol, animales, cuerpos desnudos y sexo son algunas de las referencias que se repiten en sus fotografías. Según palabras de Viksraitis la gente bebe mucho “because they are lost” y no ven una salida a esa situación desesperada , de modo que beben y parecen disfrutar en su día a día.


En la inauguración, Viksraitis estaba presente con su cámara en el cuello y fue curioso como durante el catering se dedicó a fotografiar a algunas de las personas que allí estaban bebiendo. Él se aproximaba como queriendo formar parte de esa escena y conseguir finalmente que su presencia pasara inadvertida.

Esta fotografía es una de esas fotografías que Viksraitis se sitúa como protagonista de la imagen. Aparece desnudo y de espaldas a la cámara en frente de una larga hilera de botellas de alcohol vacías y que suponemos que ha colocado cuidadosamente formando una especie de carretera y construyendo la imagen final. El título de esta fotografía puede que tenga mucho que ver con toda ese gente que retrata: “The end of the road”.

Merece la pena destacar toda su trayectoria y es que Viskraitis además de ser reconocido como fotógrafo en Lituania también hay que destacar el premio recibido Arles Discovery Award for New Photography en el 2009 que le ha supuesto un reconocimiento a todo su trabajo y talento. Su discapacidad surgida tras contraer tuberculosis cuando era un niño, no ha supuesto impedimento alguno para desarrollar su trabajo como fotógrafo. Quizás ha podido despertar un sentido que le permite expresarse de forma genial a través de la fotografía.

A continuación os dejo unas palabras de Martin Parr sobre este artista del que podremos disfrutar hasta el 24 de julio en la Fundación Antonio Saura de Cuenca.


Rimaldas Viksraitis is a Lithuanian photographer who works in and around the villages where he lives, and photographs a way of life that is fast disappearing. In his world, any apparent dysfunctionality, propelled by liberal drinking of home brew, appears to be an asset because people seem to be having such a great time. He goes to parties, he sits and drinks and talks with his subjects. Their lives are not overcome by the gadgets of modern day life, which so often eradicate any meaningful communications between families. You can tell he is enjoying himself and at ease with his subjects. Viksraitis’s sitters also seem to enjoy taking off their clothes. I assume this helped by the home brew and rather warm temperatures, or perhaps they are all having frequent sex?
Against this backdrop, numerous animals seem to be part of daily life. They surreally pop up everywhere; they too seem to fit in effortlessly. They share the family’s domesticity with the greatest of ease. 
The resulting images, displayed (or published) here are slightly insane and wonderfully surreal. They are quite compelling, and if I spoke Lithuanian, I would love to join in the party. However as this will never happen, Viksraitis provides us with a ring side seat, with all the emotion, the drink and the ensuing madness.”

Rimaldas Viskraitis

"Grimaces of the Weary Village"


jueves, 30 de junio de 2011

En busca de los caminos invisibles de la trashumancia


Desde que el pasado 10 de junio se inaguró el festival de OpenPHoto de Cuenca tenía ganas de contaros el trabajo de algunos de los fotógrafos que se muestran en la encantadora ciudad.

El OpenPHoto muestra el trabajo de los fotógrafos Rimaldas Viksraitis (Lituania), Dragoş Lumpan (Rumania) y del colectivo kameraphoto (Portugal) en la Fundación Antonio Saura y de Jean-Christophe Vilain (Francia) y colectiva de autores austriacos (Austria) en la Fundación Antonio Pérez.

Me gustaría hablar especialmente dedicar este post a uno de los trabajos que vimos : “La última trashumancia” de Dragoş Lumpan de Rumania.

El proyecto inicial se desarrollo entre los años 2007 y 2008 cuando Lumpan decidió documentar la vida de una familia de pastores rumanos durante un año y medio. Durante todo este tiempo realizó numerosos viajes acompañando a la familia para conocer de cerca la vida de los pastores nómadas y utilizó no sólo la fotografía también el cine para captar el significado de lo que supone vivir entregados a sus rebaños de ovejas la cual es su fuente de subsistencia. La trashumancia podría definirse como el movimiento de los rebaños en busca de pastos frescos para el ganado. El movimiento supone no sólo un cambio para los animales, sino también para los pastores y sus familias que se ven obligados a cambiar de hogar a medida que van pasando las estaciones. Actualmente esta práctica nómada va desapareciendo en toda Europa por las exigentes condiciones de vida que supone y reemplazándose por unas condiciones de vida más cómodas y una práctica del pastoreo más sedentaria.

Concretamente la familia que Lumpan compartió la última trashumancia decidió abandonar esta práctica para asentarse en un lugar fijo. Realmente resulta complicado no adaptarse a los cambios y comodidades para perpetuar una tradición que se extinguirá con el tiempo.





Lumpan se propone con su trabajo recuperarlo de algún modo y mostrarnos está práctica nómada que va desapareciendo y supone la pérdida de una herencia cultural mantenida durante generaciones. Los caminos que los pastores y sus rebaños recorrían formaban parte del paisaje de ese lugar y estas rutas van desapareciendo y el paisaje olvidando las huellas de quienes pasaban por allí. La vida moderna se impone y ya sólo se trata de un origen y un destino, sin importar cómo hacer ese camino recorrido.



El fotógrafo se propone continuar trabajando en la búsqueda y comparativa de otras rutas de la trashumancia que aún permanecen vivas entre ellas las antiguas rutas de los Balcanes en países como Albania, el norte de Grecia, Gran Bretaña, Italia o Turquía.

En la inauguración de su exposición Lumpan contaba como se han sustituido estas costumbres tradicionales por seguir otras que quizás no sean tan provechosas pero que de algún modo confiesa la necesidad de seguir. Algunas de las fotografías muestran un perfecto contraste entre el movimiento de las ovejas y lo que permanece estático. Recuerdo que dentro de la propuesta expositiva, su mujer nos contó como Lumpan había instalado en la planta superior de la sala una cámara fotográfica fija que tomaba de forma automática fotografías cada 30 segundos aproximadamente y desde un mismo lugar. Esto me ha hecho pensar en qué quizás está interesado en comenzar a investigar otras rutas o caminos invisibles.


XIV Festival Internacional de Fotografía y Artes Visuales - PHOTOESPAÑA 2011

OpenPHoto Cuenca

10 de junio – 24 de julio

La última trashumancia

Dragoş Lumpan

Fundación Antonio Saura. Casa Zavala

(Pza. San Nicolás, s/n, Cuenca)

Horario: lun-sab: 11.00 - 14.00 h. y 17.00 - 20.00 h. / dom, fes: 11.00 - 14.00 h./mar: cerrado

Entrada general: 2€; entrada reducida: 1€

jueves, 23 de junio de 2011

Fotografiar sin mis ojos

A continuación tenéis una presentación sobre una propuesta taller llevada a cabo con un grupo de estudiantes de Logopedia y Medicina de la Universidad de Valladolid. La idea de desarrollar un taller de fotografía sin poder mirar puede parecer algo incoherente ya que la vista realmente es el sentido que nos permite fotografiar, sin embargo, podemos descubrir cómo nuestra percepción puede ser mucho más rica si por un momento nos olvidamos de ese sentido. Se trataría por tanto de potenciar "otra mirada" sin pensar únicamente en los sentidos y experimentando un lugar como si se tratara de un espacio que visitamos por primera vez.


A continuación se añade una muestra de las fotografías y anotaciones que realizaron los estudiantes conjuntamente durante el desarrollo del taller.
Espero que os gusten.

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domingo, 12 de junio de 2011

El álbum fotográfico de Lartigue

Tengo que decir que me he estado reservando a este post para aprovechar la visita a la exposición “Un mundo flotante” de Jacques Henry Lartigue en el Caixa Forum de Madrid que realizamos el pasado 31 de mayo junto con un grupo de adultos que han participado en el seminario de la Universidad Abierta de la Escuela Universitaria Cardenal Cisneros, U.A.H .
La visita a esta exposición es el broche final del curso de fotografía que hemos compartido juntos y que aprovecho para dedicar a todos ellos, por las horas que hemos compartido y los diálogos que nos han servido para descubrir juntos otra forma de mirar la fotografía.
Encontrarnos con una exposición tan completa como la dedicada a Jacques Henry Lartigue no es tan fácil, no sólo por la estupenda colección de fotografías, sino por que en ella podemos ver artilugios fotográficos, álbumes del autor y hasta una película familiar que no tiene desperdicio.
El montaje de la exposición llevado a cabo por Florian Rodari y Martine DÀsier de la Vigerie crea un itinerario interesante que comienza por las primeras fotografías realizadas por Lartigue cuando era niño, pasando por espacios temáticos dedicados a los contenidos que más le interesaron a Lartige durante toda su vida. El movimiento, la velocidad, la vida moderna y sus mujeres hasta llegar al final del recorrido con las últimas fotografías tomadas por Lartigue. Durante el recorrido por la exposición nos encontramos con unas cajas blancas construidas para mirar a través de dos lentes y que son en realidad fotografías estereoscópicas. Además muchas de las fotografías que podemos ver en la exposición están tomadas con este tipo de cámaras de las que tanto fascinaban a Lartigue. Me ha parecido interesante mencionar ese diseño expositivo de los comisarios ya que parece como si las fotografías se ordenaran como si de un álbum fotográfico se tratarse. Paralelamente a la exposición se celebraron en los meses de marzo y abril unos seminarios en los que se abordaba de forma más profunda cada uno de estos paneles expositivos mencionados. Estrella de Diego fue la encargada de adentrarnos en cada uno de esos temas que más interesaron a Lartigue contextualizándolos y abriendo la vista al panorama de la fotografía durante aquel momento.
Regresando a nuestra visita de la exposición, creo que las imágenes más significativas que os podría mostrar son aquellas que cada uno de nosotros escogimos. La razón es que cada uno encuentra esa atracción por la fotografía por todo el bagaje de experiencias vividas y en la medida que uno es capaz de reconocerlo en una fotografía, ésta se vuelve atractiva y casi sin saber porqué.
Mientras visitábamos la exposición propusimos escoger una foto para comentar, aquella que nos llamara la atención, bien por su composición, por la calidad de la imagen, por su belleza o no menos importante por los recuerdos que pudiera evocarnos “la fotografía”. De hecho, puede suceder que al mirar una imagen nos quedemos absortos mirándola y preguntándonos cómo esa imagen es capaz de contarnos tantas cosas que se salen fuera de los límites de la propia imagen y abren ese campo ciego del que Barthes nos hablaba. Sin darnos cuenta puede ser un simple detalle o cualquier elemento que nos atrapa y llena de significación la fotografía. Este concepto reconocido por Barthes como punctum transforma la imagen que miramos en algo más nuestro al encontrar cierta analogía entre nuestra vida y la imagen observada y es lo que vuelve significativa la fotografía para el que la mira. Ese punctum no tiene porque ser descubierto por todos los que miran, incluso puede permanecer invisible dormido en el recuerdo dentro de la fotografía, y descubrirlo con el paso del tiempo.
Coincidiendo con Barthes, muchas de las fotografía que escogimos de la exposición de Lartigue mucho tienen que ver con esa evocación de la fotografía y que sin duda describe nuestra personal forma de mirar las imágenes.
En el primer panel de entrada con el título “El fluir del tiempo” aparece esta fotografía escogida por Mari Paz y es una de las fotos que le recordó especialmente momentos de su infancia en la que se veía a ella jugando con su hermano y que quizás sea un mínimo detalle para sentirnos protagonistas de escenas similares.









“Baño en mi habitación con hidrodeslizador de hélice. Foto realizada con mi Gaumont Block Notes colocada sobre una tabla. Dudu accionó el obturador”.París 1904


Ángel escogió una fotografía en el panel siguiente dedicado a la Mirada moderna. El amanecer es ese momento especial del día que hemos vivido no en ese mismo lugar, pero sí en otros lugares a los que nos traslada directamente al mirar esta fotografía. Angel también comento como junto a esta fotografía se situaba otra, pero del atardecer aunque para el es precisamente el amanecer lo que resulta evocador.

“Al alba”.Hyères,1929.




Carmen Rosa escogió una fotografía que dice mucho de cómo es ella. La imagen muestra a una mujer conduciendo o al menos la imagen sugiere que una mujer conduce un gran coche para la época, concretamente en 1926. Aparte de la fascinación de Rosa por aquel gran coche negro, ella nos comenta el sentir estar allí en aquel momento conduciendo ese gran coche como símbolo de modernidad pero no sólo por el coche, sino por el hecho de saber conducir y es que para aquella mujer sin duda debía ser todo un privilegio.






“Bibi con mi coche nuevo”.1926.




Dentro del panel dedicado a la ligereza, Samuel escogió la fotografía de Suzanne Lenglen suspendida en el aire mientras jugaba al tenis y en este caso es más la fascinación por la ingravided al apreciar ese instante junto con la extraña sombra recortada sobre la pista. Antonio también coincidió en su elección con esta fotografía y sin duda lo merece ya que el movimiento congelado de la figura nos hace ver instantes imperceptibles por nuestra vista.


“Suzanne Lenglen”.Niza, 1921.




Antonio nos comentó también sobre otra fotografía en la que aparece un grupo de chavales jugando al fútbol en la playa y son retratados jugando y con movimientos diferentes. La composición y el juego de equilibrio de cada uno de los cuerpos también merece la pena detenernos y es que parece como si se tratara de un baile.



Aquí me uno a contar algo de mi fotografía, pues mucho tiene que ver con ese baile de los cuerpos caminando por un muelle y son cuerpos azotados por el viento que temen caerse. Tanto el juego de luces y de movimiento, como la sensación de ir caminando por un espacio del que temes caerse me pareció espectacular y por eso no dudé en escogerla. La imagen se enmarcaba dentro de la vida moderna.

“Bibi, Ariet e Irene. Tormenta en Cannes”. 1929.



Otra de las fotos que me pareció entrañable fue la que escogió Ángeles. Es una foto estereoscópica que forma parte de una serie de imágenes en las que Marcelle trata de subirse al burro. Ángeles comenta como le recuerda a su pueblo y a situaciones similares que ella ha vivido en su infancia y que ese escena en concreto le sugiere. En realidad este tipo de imágenes forman parte de aquellas que no se suelen mostrar ya que se sobrentienden, pero que a Lartigue le interesan más que mostrar a la mujer subida ya en el burro.


“Marcelle Rouzat”.1912.




Por último, Chema a quien le gustaban todas las fotografías y que realmente le resultó difícil decidirse por una de ellas. Reneè y el reflejo en su espejo aparece retratada en varias ocasiones por Lartigue. Reneè fue amante y modelo que aparece en fotografías dedicadas a la vida moderna donde el pelo corto en la mujer ya era un signo de atrevimiento y modernidad.

Aquí os dejo algunas de las imágenes en las que Lartigue retrata a Renèe.


"Reneè".París. 1912


sábado, 4 de junio de 2011

Peeter Tooming (1939-1997)

“ El cine es mi trabajo, la fotografía es mi pasión”. Este pensamiento está latente en todo su trabajo fotográfico. En 1964 Tooming junto con otros fotógrafos fundaron un colectivo fotográfico llamado Stodom que se conviertió en un grupo más que conocido en dejar su impronta en la historia de la fotografía de Estonia. Peeter Tooming ha realizado cientos de exposiciones, las más destacadas: De vuelta a casa, La historia de un solo día, Desnudos en la prisión del Ayuntamiento entre otras tantas exposiciones.

Todas sus propuestas expositivas se caracterizaban por la originalidad e interés de cada una de ellas y sin duda se adelantaban al pensamiento de la época. Tooming creó el Premio anual de fotografía en 1983 así como un premio para jóvenes fotógrafos en 1986, lo cual le distinguía no sólo por su trabajo artístico, sino también por impulsar y fomentar el uso de la fotografía en Estonia.

Su fotografía forma parte del patrimonio artístico de la ciudad de Tallin en el que se nos muestran fotografías inspiradas en su tierra con una mirada asombrosamente contemporánea .Por otra parte, el interés por la historia de la fotografía queda reflejada en los numerosos artículos y publicaciones sobre el tema (Photo? Photo! Photo…,Silvery Road, About Photo Again, Attention, Snap! entre otras)

“55 años después” es el título de un libro que tras mucho esfuerzo publicó Tooming. En él retrataba la vida en Estonia del mismo modo que Carl Sarap lo hizó 55 años antes . En el libro Tooming trató de seguir los pasos de Sarap y fotografiar esos mismos lugares cincuenta y cinco años más tarde. Algunos de los temas que revelaban las fotografías también formaron parte en el formato cinematográfico como Moments, Fotorondo, Years, Photoworry.

Los documentales que realizaba para la televisión también destacaban por su originalidad. Podemos recordar uno de sus trabajos audiovisuales en los que se viajaba por diferentes rincones del país ensalzando siempre a la figura del fotógrafo como si se tratara de un auténtico héroe.

Aquí os muestro “Ühe päeva lugu”/ “La historia de un día” es un viaje que Tooming realizó en coche desde la señal kilométrica 15 hasta la 115. Este trabajo cuenta con 100 fotografías tomadas durante ese trayecto y en el que la fotografía se encarga de registrar el paso por cada uno de los lugares que representan los kilómetros recorridos durante el día. En las imágenes podemos ver la numeración de cada una de las señales kilométricas que nos marca ese paso por los lugares. Considero que se trata de una idea sencilla, sugerente y reflexiva para conocer un lugar que bien puede ser conocido o desconocido, y que sin embargo, despierta la curiosidad por saber que es lo que se esconde en cada pequeño espacio recorrido.

Podemos también hablar de los diferentes comienzos y finales de cada uno de los kilómetros recorridos ya que a la llegada de cada una de estas marcas se descubre un nuevo espacio para ser fotografiado. Citando a John Brinckerhoff Jackson “Las carreteras no sólo llevan a los lugares, sino que son los lugares”. Brinckerrhoff también estaba muy interesado en los trazados de las carreteras y coincide con Tooming en plantear como esos no lugares, esas señales kilométricas pueden ser una buena excusa para mirar y fotografiar, sin duda, hay una cuestión de actitud para plantearse qué fotografiar.

¿KILÓMETRO 113?

“Many have obviously understood already that taking a photograph does not mean pressing the buttom only but one should be well prepared for it, the photo does not have to be but a real-life reportage; the method of staying may yield good photos as well”

Peter Tooming, 1980

Elusive Tooming

Peeter Tooming was born on 1st of June in 1939 in Virumaa. He studied at Rakvere Gymnasium and later gradated as a journalist from Tartu University. For 33 years (1961.1994) he worked as director-cameraman of documentary Films at the Tallinnfilm. Later he was a freelance film and televisión director.

Peeter Tooming said, “Cinematography is my work, photography is my love”. And this is clearly revealed in his work. Already in 1964 he and the like-minded Bellow photographers founded a Photo Group Stodom that quickly became widely acknowledged and has Leith his imprint in the history of Estonian photography. He had over a hundred personal exhibitions(Returning Home, A tale of a day, Photo Nudes in the Tallinn Town Council´s Prison and others). These exhibitions were always intriguing and exciting, they were so obviously born ahead of their time. In order to offer encouragement to young photographers, Tooming established an annual prize (1983-1991) and then another for a young photographer (1986-1991).

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His work took him everywhere in Estonia and made him aware of the Rich photographic Heritage. He became more and more interested in the history of photography and started Publishing articles and alter that books on photography (Photo! Photo? Photo…, Silvery Road, About Photo Again, Attention, Snap! and others). The books of photos 55 Years Later were a huge effort indeed. Peeter followed the footsteps of his colleague Carl Sarap, who had taken photos of whole Estonia 55 years before. Peeter´s books show the same places 55 years later (1990-1996). His topics were included in his Films as well (Moments, Photorondo, Years, Photoworry and others). His documentaries for televisión are original for choosing the hero from among village photographers, showing also their quirks and peculariarities. But great things appear as well…where then was the tiny spy camera Minox, a real wonder, actually invented? The story of the connection between the Minox and Estonia was first published thanks to Peeter Tooming.