martes, 18 de octubre de 2011

Fotografías de ayer y luces de hoy

El pasado 30 de septiembre el Cultural publicó un artículo sobre la exposición de Lisa Oppenheim en la Galería Marta Cervera de Madrid. Hablar de su trabajo es una forma de rescatar procedimientos analógicos algunos arcaicos y otros que se van dejando de lado para disfrutar de las comodidades difícilmente resistibles que la fotografía digital nos ofrece.

Sin duda a Oppenheim le interesa mantener vivos estos procedimientos porque son el medio idóneo para contar sus historias y que además resultan esenciales para potenciar esa idea del paso del tiempo.

La exposición “Fuegos grandes y pequeños” cuenta con tres trabajos de la artista: la filmación en 16mm “Yule Log”, fotogramas “Cuando el rio suena agua lleva” y los “Heliogramas”. El fuego, el humo y el sol son motivos de cada una de las obras y que además se interrelacionan.

Me gustaría detenerme en una de las obras, “Heliogramas 1876/2011”. Se compone de series de fotografías que repiten aparentemente la misma imagen del sol, sin embargo, todas son distintas por la exposición que se ha realizado en cada una de ellas. Las fotografías tienen algo de 1876 y algo de 2011.

La imagen del sol pertenece en realidad a John William Draper y fue tomada por este científico el 8 de julio de 1876. Posiblemente la artista haya utilizado esta imagen como negativo para realizar las fotografías. La fecha en que fue tomada en 1876 nos revela que el científico había fotografiado el sol durante el equinoccio de primavera y la artista pretende rescatar esa misma imagen y mostrarla también con la luz del equinoccio de 2011. Me parece inteligente la forma en que la artista ha querido retratar la luz del sol de hoy con la imagen del sol del ayer.

El estudio que realiza Oppenheim es poético, artístico y hasta científico ya que la imagen del sol no es una, sino varias realizadas en distintos días y en horas concretas. Resulta curioso el modo como organiza estas fotografías, como si se tratase de una tabla en que las filas son los días y las columnas las horas, dejando algunos espacios vacíos como ausencias.

En las siguientes fotografías podemos ver por orden cronológico las fotografías en el que se aprecian los cambios de luz solar en el equinoccio.La última imagen corresponde con la serie expuesta en la galería Marta Cervera.







Un detalle que podemos apreciar al observar fotografías es el acabado dorado que las cubre y que la artista lo utiliza para justificar esa relación íntima que ha creado con la luz y el tiempo, el sol y el oro. Según nos relata “El sol es aquello que nos produce poder y el oro es su símbolo. La relación entre la fotografía y el oro la podemos encontrar en las huellas del origen de la fotografía, cuando en 1840 se utilizaba el oro en lugar de la plata como sustancia sensible de ahí el nombre de Heliogramas.
Me parece que esta obra no sólo busca una relación en sí misma sino que además cobra sentido junto con las otras obras. Toda un rescate contemporáneo por la fotografía analógica y sus procedimientos originales.
Para terminar os dejo también algunas imágenes de un trabajo realizado con fotografías de la luna en diferentes periodos lunares tomadas también por Draper. Esta vez realizó una serie de fotogramas de la luna de 1851 bajo la luz de la luna correspondiente de 2010.




Puedes visitar la exposición "Fuegos grandes y pequeños" en la Galería Marta Cervera hasta el 12 de noviembre.
Pincha aquí ver más trabajos de Lisa Oppenheim.

No hay comentarios: